jueves, 17 de febrero de 2011

PRÁCTICA 1.a – DIFICULTADES DE APRENDIZAJE O DE ENSEÑANZA


1. Con las lecturas de este primer tema hemos podido acercarnos al concepto e historia de la Psicología de la Educación. ¿Has podido elaborar tu propio concepto de este término? ¿Qué relación puedes establecer con el tema expuesto en este artículo?

Entendemos la Psicología de la Educación como una rama de la Psicología que tiene como finalidad el estudio de las formas en las que se produce el aprendizaje humano. De este modo, la Psicología de la Educación estudia cómo aprenden los estudiantes y cómo se desarrollan.

Pensamos que la Psicología de la Educación constituye una ciencia muy importante, ya que aporta soluciones para el desarrollo de los planes de estudios, la gestión educativa, los modelos educativos y todas las ciencias cognoscitivas en general.

Así pues, con el objetivo de comprender las características principales del aprendizaje en la niñez, la adolescencia, la adultez y la vejez, los psicólogos de la educación elaboran y aplican distintas teorías sobre del desarrollo humano, lo que podemos llamar “etapas de madurez”. Así pues, son profesionales que tienen por objetivo de trabajo la reflexión e intervención sobre el comportamiento humano en situaciones educativas.

Una vez comprendido el término de Psicología de la Educación, encontramos una relación importantes con el artículo leído en clase, ya que podemos observar que había un problema de enseñanza-aprendizaje que envolvía a “R”, y habría sido muy conveniente la intervención de un psicólogo de la educación, ya que podría haber detectado fácilmente los problemas que se estaban dando en el proceso de enseñanza-aprendizaje, habiendo mejorado notablemente la situación, tanto educativa como social, de “R”.


2. Dificultades de aprendizaje o dificultades de enseñanza. ¿Realmente es “R” un mal alumno? ¿Qué factores estaban influyendo en todo ese proceso? ¿Cuál es tu opinión al respecto?

Realmente “R” no era un mal alumno. Se dieron una serie de factores que provocaron que se retrasase en relación a sus compañeros de clase. Uno de los  más importantes es, sin duda, el cambio de centro educativo. Cabe pensar que en su colegio inicial el nivel era más bajo que en el actual, por ello se encontró con más dificultades para seguir el ritmo de la clase. No obstante, otro factor importante que propició el retraso de “R”, fue la no implicación por parte de su profesora, ya que se limitó a derivarle a clases de apoyo, con una profesora no especializada en el asunto, y no desarrolló en clase actividades de las que pudiera participar “R”, ni se interesó en buscar las causas reales que provocaban su retraso. De hecho, ni siquiera se paró a pensar que la dificultad que se podía estar dando estaba relacionada con la enseñanza y no con el aprendizaje, por lo que etiquetó a “R” como un niño atrasado respecto de sus compañeros, sin tener si quiera en cuenta el cambio de centro que había sufrido.

Así pues, pensamos que la actitud de la profesora fue en todo caso muy poco profesional, ya que no se interesó lo más mínimo por la situación del nuevo alumno. Además, se puede observar que ha olvidado que cada niño aprende a un ritmo diferente, ya que no presta una atención personalizada a cada uno, sino que los mete a todos en el mismo saco.

Así es que la profesora particular fue quien se dio cuenta de dónde radicaba el problema que tenía “R”, ya que ella sí se involucró con él y mantuvo una atención personalizada, que no es sino lo necesario para poder diagnosticar las causas de un problema de aprendizaje, que en este casó resultó serlo más de enseñanza.


3. ¿Qué pasos debería seguir el docente para favorecer o ayudar a “R”?

Pensamos que cuando un alumno nuevo llega a una clase, el profesor tiene el deber de conocer el nivel de dicho alumno, así pues no se ha de esperar a que florezcan situaciones en las que el mismo no consiga seguir el ritmo de la clase.

Dicho esto, si se detecta que el alumno tiene un nivel inferior al de la media de la clase o, incluso, superior, se ha de proceder a llevar a efecto una enseñanza personalizada. Es por ello que el profesor tiene que crear actividades, si es necesario, de distintos niveles, atendiendo a las necesidades de cada alumno y a su zona de desarrollo próximo, ya que si las actividades resultan estar por encima de las posibilidades de un alumno, éste no conseguirá avanzar; análogamente si están por debajo del nivel del alumno.

Así pues, la profesora de “R” tendría que haber tenido en cuenta el cambio de centro que había tenido, interesándose por el nivel que traía el niño, incluso hablando con el tutor o tutora que tuviera en el otro colegio. Así, habría sabido cuál era el nivel del niño. Una vez hecho esto, tendría que haber desarrollado clases en las que él también pudiera participar, no excluyéndolo del grupo, favoreciendo su integración en la clase, además de permitir que siguiera los contenidos que se dieran. También tendría que haber pedido ayuda al psicólogo u orientador del centro para que guiara el proceso de aprendizaje del niño, ayudando a la profesora en la realización de actividades acordes a las capacidades de “R”. En casos como estos, la maestra ha de pedir ayuda siempre a un especialista para hacer lo más eficaz posible la educación del alumno en cuestión.

La profesora tendría que haber tenido en cuenta que cada alumno aprende a una velocidad distinta, ya que una clase siempre es heterogénea. No tendría por qué haber derivado al alumno a clases de apoyo, ya que así lo cargaba aún mas de experiencias educativas, pero, habiéndolo hecho, tendría que haberse dado un proceso de comunicación entre la tutora, la profesora de apoyo y el orientador para enfocar el apoyo en una dirección correcta.

Otro aspecto que nos parece importante es el de la comunicación con la familia, ya que la tutora  no se puso en contacto con los padres de “R” para intentar averiguar las causas de sus dificultades, ni para convenir con ellos actividades que pudiera realizar en el hogar para mejorar su nivel.

En definitiva, la profesora tendría que haber velado, por encima de todo, por la adecuada integración de “R” en clase y tendría que haberse implicado más en las características particulares de su nuevo alumno.

1 comentario:

  1. Una buen reflexión sobre la situación de R y los agentes implicados en ella, me ha resultado curioso que habéis comentado que debería haber hecho la docente para no llegar a dicha situación pero os lanzo la pregunta ¿cuales deberían ser sus actuaciones a partir de ahí para cambiar la problemática de R?.
    Saludos
    SARA

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